miércoles, 19 de agosto de 2009

FOLKLORE RELIGIOSO CHILENO


Desde 1980 Anfolchi ha celebrado cada año su misa de Acción de Gracias en la Basílica de Lourdes, la cual este año se realizará el 23 de agosto a las 17 horas.

La misa nos lleva a reflexionar sobre un tema tan íntimo en el espíritu chileno como es la fe, y en esto, Chile se caracteriza por ser un pueblo creyente en donde la religiosidad popular se manifiesta en distintas festividades a lo largo de todo el país, en el canto a lo divino, en la devoción propia de un pueblo, en donde se mezcla una acción evangelizadora en conjunto con la forma de ser y de vivir la fe.


Además es oportuno señalar que existen muchas manifestaciones que van más allá de una celebración oficial constituyéndose como una expresión pura desde lo mas profundo del ser de un pueblo y que se
reconoce como la religiosidad y la fe tradicional o popular.

En la revista El Arado Nº 14 editada en Octubre de 1988 en un artículo entregado por Ana Luisa Caviedes nos interiorizamos en el folklore religioso de Chile aquel que nace del encuentro entre dos culturas y que citamos a continuación:

FOLKLORE RELIGIOSO CHILENO

Introducción

El equipo "El Arado", interesado en el conocimiento de todos aquellos aspectos determinantes que forman parte de nuestro folklore, desea en esta edición destacar la Fe y religiosidad Popular, fruto de la mezcla de la valiosa herencia indígena e hispánica, que ha permanecido profundamente enraizada en el alma de nuestro pueblo.
Por ser éste un vastísimo tema y limitados por el espacio, se presentará en una primera parte, el Folklore Religioso de la Zona Norte, mencionando para ampliar el bagaje cultural de nuestros lectores.

FOLKLORE RELIGIOSO ZONA NORTE

En los Santuarios del Norte Grande o Norte Chico, donde abundan grandes concentraciones de peregrinos y promesantes, junto con la celebración de fiestas religiosas, se rinde culto a los cerros sagrados y a la Pachamama, en ceremonias rituales de equilibrado sincretismo indígena-religioso-hispánico.
La devoción Mariana tiene enorme vigencia en nuestro territorio y la Virgen se venera en distintas advocaciones, especialmente como la Virgen del Carmen. también abunda la devoción por Nuestra Señora del Rosario y la Virgen de La Candelaria, La Santa Cruz, el Niño Dios y el Cristo Crucificado, también suscitan el fervor popular.

Los Santos Patronos de cada pueblo reciben, en su día una fiesta de importancia. Santos y Vírgenes caminantes van de una localidad a otra, e incluso se visitan entre sí.
Son ellos a quienes se recurre para que protejan los pueblos y a la sierra entera, de los años malos; los que los apartarán de los temporales, de la puna y lucharán contra el diablo, que lo llaman Supay o Mekola, traerán la lluvia en tiempo oportuno y ahuyentarán la peste que arrasa los sembrados y rebaños.


Días antes, las aldeas comienzan a despertar y se desperezan para tomar vida y agitación. Los aldeanos han trabajado en silencio durante un año. Viven en el más absoluto aislamiento, cuidando su ganado. Ahora viven su fiesta. Así como viven ardientemente su destino atados a la tierra, hincan sus almas rudas. Ayer como hoy, el pueblo abandona sus preocupaciones y deja rodar su alegría y su fe.

Se encuentran parientes y familiares. Buscan y encuentran un mayor contacto humano. Se inician conocimientos y amores. Se realizan bautizos, comuniones, matrimonios. Hay transacciones comerciales con gente venida de Bolivia, se comentan los acontecimientos en el Altiplano.

Las expresiones ceremoniales de música y danza se contemplan, muchas veces con promesas, agradecimientos, ofrendas y votos solemnes, expresados de manera muy diversa. A esto se agragan emotivas despedidas y, como en el caso de Andacollo, hasta imprecaciones a la Virgen.

La indumentaria con sus plumas, mostacillas, lentejuelas, géneros brillantes, polleras negras y rojas, blusas blancas y bordadas, agrega un contraste de color, regulado por promesas y tradiciones renovadas.

Los alimentaos de watias, preparación similar al curanto, seguramente las watias del quechua y la karapulka, el caldo que se entona en gusto y sabor con piedras calientes. Cántaros rebosantes de chicha y vino; se sirven jarros de calientes Pusitunka.
Fuego, fogatas para iluminar y defenderse del frío, fuego para danzar en su torno y fuego de artificios. Fiesta ígnea. Sacrificio de llamas y dispersión de la sangre. Ritual de la Sangre.
Los instrumentos, bombos y cajas le dan resonancia a las fiestas en el Altiplano Ariqueño. A ellos se unen los instrumentos bolivianos ; la pusa, instrumento de caña llamado en Bolivia Zampoña, que es la ántara de los peruanos; y la fusa de la Puna Atacameña.

Avanzando por el Norte Grande hacia el Norte Chico, están las cajas; la pandereta cascabelera; los pitos o flautas de madera, matracas, acordeón, arpa y guitarra.
Hermandades de Bailes son los grupos que se forman para danzarle a la Virgen, a los Santos Patronos.

A estos bailes se integra por un deseo. Cada bailarín danza en pago de una promesa. El traje que toma es bendecido y para él, muy respetado. Estas hermandades cuentan con un jefe, llamado Caporal, Cabeza de Baile, Protector, Cacique, Mayordomo, Alférez o Abanderado.
Los bailes se realizan formando calles, carreras o hileras, cuando no son elementos pantomímicos danzarios, tales como el brinco y la alta extensión de las piernas. Estan conformados por quince, treinta o más danzantes.



Los nombres de algunos de estos bailes son.

Los Lechiguayas, Los Lacas, Las Llameras o Vestales del Sol, Los Sicuris, Los Chutas, Los Chunchos, Los Chinos. Muchos de estos bailes son muestras de un proceso de transculturalización, acusan modalidades de grupos étnicos bolivianos y peruanos.
Los Lacas representan al pastor, bailan con ondas. Los hay bolivianos y chilenos. Las Llameras o Vestales del Sol, conjunto corriente en el Perú; Los Sicuris y los Chutas bailan en Bolivia; Los Chunchos están en Bolivia y Perú.
Las Cuyacas, pastoras de llamas, que realizan la danza de las cintas, en que éstas, colgadas de un palo, van siendo tejidas en un complicado correr circular de las bailarinas, hasta formar un ceñido anudamiento. Danza de representación de ideas primitivas de la fertilidad.

Los Chinos, tres hermandades que se llaman a sí mismos Chinos; los de Copiapó, Andacollo y de la Isla de Maipo. Las dos primeras hermandades se le respeta como los más celosos cuidadores, servidores de la Virgen. Ellos llaman a la Virgen de China, Chinita linda o Chinita mía.
La voz china proviene del quechua. En el incario eran las vírgenes escogidas que en el Templo del sol, tenían a su cargo, entre otros misterios conservar el fuego sagrado y llevaban el nombre de chinas.

Están los que conllevan un sentido religioso: Los Ángeles: símbolo del bien. Los Diablos o Diabladas, son fiel representación del mal. Máscaras diabólicas, representación de los malos espíritus.

No cabe duda exactamente el origen de estos bailes y de esta tradición folklórico-religiosa, de gran raigambre en España y muy común en los países hispanoamericanos...

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