sábado, 14 de noviembre de 2009

LAS HERMANAS FREIRE: "Esperamos que alguien se acuerde de nosotras"

El pasado 19 de Octubre, la familia del folklore chileno sufrió la partida de Francisca Graciela Freire Ulloa, del reconocido duo las Hermanas Freire, iconos del canto campesino. Esta pérdida nos hace recordar una entrevista realizada por el aquel entonces Boletín Informativo de Anfolchi Nº 2 por Daniel Aguilera a las Hermanas Freire, en el año 1983 la cual compartimos con todos ustedes.


LAS HERMANAS FREIRE

Entre los principales propósitos diseñados para el Boletín de AMFOLCHI, siempre hubo consenso en ir entregando a través de entrevistas, la trayectoria artística, con alegrías y tristezas, de destacadas personalidades del ambiente.

Decirlo, tal vez resulta fácil, hacerlo, no tanto, sobre todo si se piensa que corresponde a un trabajo ajeno al que hacemos habitualmente. Así, eran bastante los temores que me asistían cuando me decidí por las Hermanas Freire, especialmente en el momento de llegar a su casa. Sin embargo, esos temores se fueron desvaneciendo como por encanto ante el ambiente cálido y espontáneo que brindaron desde el primer momento doña Olga y doña Graciela. Sobre un sofá, y en los muros, galvanos y diplomas hablaban con silenciosa claridad de los galardones obtenidos.

Provienen de Villacura, comuna de Santa Barbara, Provincia del BioBio, y en la actualidad, su vida privada transcurre entre las labores de casa de doña Olga y las clases de guitarra folklórica para niños que ofrece doña Graciela.

Como ellas siempre han cantado a dúo, esta conversación no pudo ser de otro modo:

¿Desde qué edad recuerdan Uds. su aficción por el canto y la guitarra?

Desde los siete años. La guitarra y la autenticidad de canto criollo estaban en casa, ya que nuestra madre, doña Bernardina Ulloa era profesora de guitarra y lo más representativo de nuestro repertorio es herencia de familia, puesto que fue ella quien nos lo enseñó.

¿ Cómo podrían definir el estilo de las Hermanas Freire?

El fuerte nuestro, que nos caracteriza, es el tema punteado y la guitarra traspuesta, de la que conocemos siete afinaciones.

¿Son todos los temas que Ustedes cantan herencia de familia?

Todos no, también hemos hecho trabajos de recopilación e investigación, sobre todo de tonadas campesinas, todas dentro de nuestro estilo, a las que hemos tratado de enriquecer musicalmente con algún punteo, pero nunca hemos pretendido transformarlas. Dentro de este mismo terreno, también nos hemos dedicado a componer.

¿Cuáles son los motivos por los cuales durante tanto tiempo no se ha oído hablar de las hermanas Freire?

Simplemente porque no tenemos donde cantar. Esperamos, sin embargo, que alguien se acuerde de nosotras y de nuestro arte, para que el canto campesino pueda revivir y no desaparezca como expresión de cultura. tenemos más de 400 temas en la memoria y no deja de darnos rabia el solo pensar que no hay donde cantarlo.

¿Cuál es la mejor época que las hermanas Freire recuerdan?

Durante el Primer Festival Nacional del Folklore de San Bernardo. En esa ocasión vinieron conjuntos de todo el país, y fuimos nosotras quienes obtuvimos uno de los más altos puntajes. Sin temor a equivocarnos, allí alcanzamos nuestra cúspide artística y a raíz de ese evento tuvimos bastante actividad, especialmente en Peñas, con mucha difusión, tanto en radio como en televisión.

Los primeros años de la década de los 70 señalaron el auge del arte de las hermanas Freire. ¿En qué lugares cantaban?

En muchos. Recordamos la Casa del Canto del Parque O'Higgins, la Casona de San Isidro, donde eramos las anfitrionas. La cartelera se cambiaba en forma completa, pero nosotras, firmes como peral. Y que decir de los rodeos, donde se junta la gente que si sabe apreciar la autenticidad de nuestra música. Difícil es encontrar un lugar donde cantar más a gusto que en un rodeo. Así recorrimos las mediaslunas de San Fernando, Curicó, Rancagua, Nos, Peralillo, por nombrar algunas. Nos satisface saber que nuestras recopilaciones a veces son transmitidas, aunque en voces de otros interpretes. Posteriormente, hemos hecho giras dentro del país y para el exterior, No nos han faltado oportunidades (Ecuador, Alemania), pero poco antes de abordar, amargamente, hemos tenido que desistir.

¿En su carrera, han hecho discos?

Por falta de ganas no nos hemos quedado, pero la suerte no nos ha acompañado para nada. Primero, tuvimos un contrato por dos años con un sello. El contrato caducó sin que el disco apareciera. Después, con otra casa discográfica, la misma cosa. Se grabó la cinta, estaba todo listo, pero hubo cambios en la dirección del sello que dio prioridad a otras grabaciones, postergando para siempre nuestras ilusiones. Hace un año aproximadamente nos inscribimos con el sello Trigal, donde conseguimos por fin, grabar un casette, producto de un contrato por tres años, que consideraba la elaboración de 7 u 8 casette. Pero del dueño de esa casa grabadora nunca más se supo, y a pesar de nuestra búsqueda, aún no podemos dar con él. En todo caso, es la única grabación que consiguió salir a la circulación y ha sido muy bien recibida por nuestro público, aunque no ha gozado de la promoción radial que deseáramos. En cuanto a beneficios económicos logrados, el 1.2% que nos corresponde por concepto de ventas no nos ha quedado ni siquiera para cuerdas.

¿Piensan ustedes que los medios de difusión actualmente promueven realmente el verdadero folklóre nacional?

Por supuesto que no. Debieran mandarse cartas a las radioemisoras y canales de televisión, para que traten de explicar las razones de esta injusta postergación. Por experiencias vividas, pensamos que no contribuyen a educar a nuestra gente, que a veces se averguenza de nuestras raíces. No es novedad, por ejemplo, oir decir por ahí que para bailar cueca, hay que estar con un par de tragos en el cuerpo, y esto si que es vergonzoso. La política seguida por la radio y la televisión han hecho que nuestra música salga a relucir tan sólo en fiestas patrias, y no vuelve a aparecer hasta el año siguiente. Las excepciones son muy pocas. Por nuestro lado, ir a las ramadas en septiembre es ir a escuchar cualquier cosa, menos música chilena. En problema de educación, donde los medos de difusión juegan un papel muy importante.

¿Cómo creen que el público recibe la música criolla?

La recepción depende de quien interprete y cómo la interprete. En ese sentido nosotras siempre hemos sido bastante zorras para captar al auditorio. Si notamos que no llegamos al publico con una canción buscamos otra, y si no insistimos por otro lado hasta hacer cantar a todo el mundo. Nuestro objetivo es motivar a toda la gente con lo nuestro y eso siempre lo hemos conseguido. Como anécdota recordamos una ocasión en que se nos invitó a cantar a una embajada de un país hermano, y al entrar notamos las miradas, no muy gratas de un público muy indiferente y poco dispuesto a escucharnos, pero buscamos un tema y otro, no demoramos en tener cantando con nosotras hasta la señora del embajador.

¿Cuál es la alegría y la pena más grande que recuerdan?

Sin duda el momento más feliz de nuestra carrera lo constituye el alto puntaje obtenido en San Bernardo, durante el Primer Festival Nacional de Folklore (1971). La pena mayor es no haber podido materializar nuestros desvelos en un disco para nuestro público. Justamente en los momentos más felices de nuestra trayectoria.

Amfolchi agrupa a mucha gente que se esfuerza por mantener vigente nuestra música, nuestras tradiciones. ¿Qué mensaje le enviarían a ella?

Que tienen nuestro más decidido apoyo, que sigan adelante muy unidos y con mucho empuje, tratando siempre de elevar el nivel de todos los conjuntos. Como cultoras del canto campesino durante bastante tiempo, les pedimos que no se desanimen por los reveses y dificultades que puedan encontrar en su camino. No hay que desmoralizarse, que con el tiempo y nuestra dedicación, tendrá que venir el auge de nuestro folklore.

Mientras me alejaba de su casa, en mis oídos resonaban los punteos y las voces que han caracterizado como interpretes auténticas de la música de nuestro campo, que al igual que tantos otros, luchan por mantener vigencia de nuestras tradiciones frente a la fría indiferencia de los medios de difusión.

Entrevista realizada por Daniel Aguilera.para el Boletín Informativo de AMFOLCHI.