lunes, 31 de agosto de 2009

LAS FONDAS DEL PARQUE


Se viene el mes de septiembre y con él se hacen presente las tradiciones, las manifestaciones folklóricas que muchas veces permanecen dormidas durante el año para muchas familias, calles, ciudades, y que por cierto hay otro gran grupo que lucha incansablemente por mantenerlas vivas durante todo el año.

En el número 10 de la Revista El Arado publicado en Marzo de 1987, recordamos un reportaje enviado por don Hernan Nuñez y que nos habla de las tradicionales fondas que llenan de color los parques de nuestras ciudades.

"Hernán Nuñez, es un experimentado cultor de la cueca centrina o chilenera, percusionista de primera y creador de letras y melodías de cuecas, se ha ganado un gran prestigio entre sus pares y es referencia obligada, de todos aquellos que se interesan por estudiar el fenómeno musical urbano. En un antiguo disco del Sello Odeón, dió magistralmente estampada sus propias viviencias en torno a la cueca, y a través de ella, nos introduce en las costumbres de un importante sector de nuestra sociedad, habitualmente marginado y despreciado.. El lenguaje que emplea en su propio lenguaje; no es soez ni de mal gusto: es popular y, por lo tanto, nuestro.

Hace años, para las Fiestas Patrias, en el parque no se conocía otra música que no fuera la cueca. La gente rechazaba cualquier otro baile; se podía observar claramente que la cueca era la reina y señora de la fiesta.

Todas las fondas eran muy concurridas, pero las que más atraían la atención del público eran las fondas asalonadas, que no eran otra cosa que casas de niñas que se trasladaban al parque casi con camas y petacas. Ahí estaba el boca de caballo, o sea el señor piano. Había cortinajes asalonados, se veía largos, bien pintarrajeadas, con sus lunares que aunque fuleros, eran provocativos. Todo este espectáculo llamaba mucho la atención del público cursi que no había estado nunca en esos lugares. También ponían fondas comerciantes, gente a parte de todo esto; por lo general era gente picada a la cueca o vivaracha; no era negocio pa' giles, porque para poner una fonda había que tener gusto.
Siempre se tomaba los mejores pisos las fondas asalonadas veinte o treinta fondas juntas, donde a esa hora de las 4 de la tarde ya no había mesas ni pa' remedio, o sea, se tomaban la plaza. Casi todas las casas tenían músicos, claro que para forzar el equipo, contrataban uno o dos taitas para la cueca, porque la jornada era dura. Al tercer día uno parecía ganso, era tanto la euforia que al final para bailar había que guiarse por el puro bombo, porque los cantores ya no daban más, todos estaban roncos.
La mayoría de los mejores cuequeros de fonda, no eran músicos, por ejemplo eran carreteleros, comerciantes ambulantes, veguinos, afuerinos, pillingajos, choros, roperos, planteros, matarifes, tortilleros. Entre estos estaban los mejores cuequeros y todavía quedaban muchos como echados al olvido, cuando fueron puro Chile para darle color a la cueca. Además, esto no cantaban sólo apianados, cantaban con vinera, en seco, o sea, sin música, con una silla terciado, un tarro parafinero, cajón para tañar, o conchas de choro, o cucharas: y pa' la gargantaa del roto chileno basta que tenga el niño con mano en cadera, o sea, el chuico, porque la cueca nunca ha sido de rulo. Había que tener buen pito para cantar, saber versos por cientos, variaciones de melodías, cuecas con recovecos porque siempre había rivalidades, y quien mas o quien menos hacía lo posible por no pifiarse en una cueca o melodía, que era una deshonra muy grande. Había también cuecas improvisadas, para dejar tirado al rival de ese momento.

Mucha gente iba a puro oír cantar a sus preferidos, porque la cueca tenía su público que sabía de ella y exija calidad....

Al pasto llegaban gente en carretela. vamos haciendo el fuego para el asado, bajando los chuicos y vamos sirviendo. Después de dos o tres tragos, s´que le la funda a la guitarra. Como la cosa estaba fría, venga una tonada o dos, después dele cuecas y la cosa enardecía y no paraba hasta que los carabineros avisaban por lo menos cinco o seis veces que había llegado la hora de retirarse, entonces, de malas ganas empezaban a guardas las cosas. ...

La gente de los barrios sacaba sillas y bancas a las puertas de las casas de sus casas para ver pasar el rodado, y no había coche, carretela ni victoria que no fuera adornada con flores banderas o sauce llorón.

(El reportaje completo de este artículo lo puede solicitar a nuestro correo elarado.anfolchi@gmail.com)

miércoles, 19 de agosto de 2009

FOLKLORE RELIGIOSO CHILENO


Desde 1980 Anfolchi ha celebrado cada año su misa de Acción de Gracias en la Basílica de Lourdes, la cual este año se realizará el 23 de agosto a las 17 horas.

La misa nos lleva a reflexionar sobre un tema tan íntimo en el espíritu chileno como es la fe, y en esto, Chile se caracteriza por ser un pueblo creyente en donde la religiosidad popular se manifiesta en distintas festividades a lo largo de todo el país, en el canto a lo divino, en la devoción propia de un pueblo, en donde se mezcla una acción evangelizadora en conjunto con la forma de ser y de vivir la fe.


Además es oportuno señalar que existen muchas manifestaciones que van más allá de una celebración oficial constituyéndose como una expresión pura desde lo mas profundo del ser de un pueblo y que se
reconoce como la religiosidad y la fe tradicional o popular.

En la revista El Arado Nº 14 editada en Octubre de 1988 en un artículo entregado por Ana Luisa Caviedes nos interiorizamos en el folklore religioso de Chile aquel que nace del encuentro entre dos culturas y que citamos a continuación:

FOLKLORE RELIGIOSO CHILENO

Introducción

El equipo "El Arado", interesado en el conocimiento de todos aquellos aspectos determinantes que forman parte de nuestro folklore, desea en esta edición destacar la Fe y religiosidad Popular, fruto de la mezcla de la valiosa herencia indígena e hispánica, que ha permanecido profundamente enraizada en el alma de nuestro pueblo.
Por ser éste un vastísimo tema y limitados por el espacio, se presentará en una primera parte, el Folklore Religioso de la Zona Norte, mencionando para ampliar el bagaje cultural de nuestros lectores.

FOLKLORE RELIGIOSO ZONA NORTE

En los Santuarios del Norte Grande o Norte Chico, donde abundan grandes concentraciones de peregrinos y promesantes, junto con la celebración de fiestas religiosas, se rinde culto a los cerros sagrados y a la Pachamama, en ceremonias rituales de equilibrado sincretismo indígena-religioso-hispánico.
La devoción Mariana tiene enorme vigencia en nuestro territorio y la Virgen se venera en distintas advocaciones, especialmente como la Virgen del Carmen. también abunda la devoción por Nuestra Señora del Rosario y la Virgen de La Candelaria, La Santa Cruz, el Niño Dios y el Cristo Crucificado, también suscitan el fervor popular.

Los Santos Patronos de cada pueblo reciben, en su día una fiesta de importancia. Santos y Vírgenes caminantes van de una localidad a otra, e incluso se visitan entre sí.
Son ellos a quienes se recurre para que protejan los pueblos y a la sierra entera, de los años malos; los que los apartarán de los temporales, de la puna y lucharán contra el diablo, que lo llaman Supay o Mekola, traerán la lluvia en tiempo oportuno y ahuyentarán la peste que arrasa los sembrados y rebaños.


Días antes, las aldeas comienzan a despertar y se desperezan para tomar vida y agitación. Los aldeanos han trabajado en silencio durante un año. Viven en el más absoluto aislamiento, cuidando su ganado. Ahora viven su fiesta. Así como viven ardientemente su destino atados a la tierra, hincan sus almas rudas. Ayer como hoy, el pueblo abandona sus preocupaciones y deja rodar su alegría y su fe.

Se encuentran parientes y familiares. Buscan y encuentran un mayor contacto humano. Se inician conocimientos y amores. Se realizan bautizos, comuniones, matrimonios. Hay transacciones comerciales con gente venida de Bolivia, se comentan los acontecimientos en el Altiplano.

Las expresiones ceremoniales de música y danza se contemplan, muchas veces con promesas, agradecimientos, ofrendas y votos solemnes, expresados de manera muy diversa. A esto se agragan emotivas despedidas y, como en el caso de Andacollo, hasta imprecaciones a la Virgen.

La indumentaria con sus plumas, mostacillas, lentejuelas, géneros brillantes, polleras negras y rojas, blusas blancas y bordadas, agrega un contraste de color, regulado por promesas y tradiciones renovadas.

Los alimentaos de watias, preparación similar al curanto, seguramente las watias del quechua y la karapulka, el caldo que se entona en gusto y sabor con piedras calientes. Cántaros rebosantes de chicha y vino; se sirven jarros de calientes Pusitunka.
Fuego, fogatas para iluminar y defenderse del frío, fuego para danzar en su torno y fuego de artificios. Fiesta ígnea. Sacrificio de llamas y dispersión de la sangre. Ritual de la Sangre.
Los instrumentos, bombos y cajas le dan resonancia a las fiestas en el Altiplano Ariqueño. A ellos se unen los instrumentos bolivianos ; la pusa, instrumento de caña llamado en Bolivia Zampoña, que es la ántara de los peruanos; y la fusa de la Puna Atacameña.

Avanzando por el Norte Grande hacia el Norte Chico, están las cajas; la pandereta cascabelera; los pitos o flautas de madera, matracas, acordeón, arpa y guitarra.
Hermandades de Bailes son los grupos que se forman para danzarle a la Virgen, a los Santos Patronos.

A estos bailes se integra por un deseo. Cada bailarín danza en pago de una promesa. El traje que toma es bendecido y para él, muy respetado. Estas hermandades cuentan con un jefe, llamado Caporal, Cabeza de Baile, Protector, Cacique, Mayordomo, Alférez o Abanderado.
Los bailes se realizan formando calles, carreras o hileras, cuando no son elementos pantomímicos danzarios, tales como el brinco y la alta extensión de las piernas. Estan conformados por quince, treinta o más danzantes.



Los nombres de algunos de estos bailes son.

Los Lechiguayas, Los Lacas, Las Llameras o Vestales del Sol, Los Sicuris, Los Chutas, Los Chunchos, Los Chinos. Muchos de estos bailes son muestras de un proceso de transculturalización, acusan modalidades de grupos étnicos bolivianos y peruanos.
Los Lacas representan al pastor, bailan con ondas. Los hay bolivianos y chilenos. Las Llameras o Vestales del Sol, conjunto corriente en el Perú; Los Sicuris y los Chutas bailan en Bolivia; Los Chunchos están en Bolivia y Perú.
Las Cuyacas, pastoras de llamas, que realizan la danza de las cintas, en que éstas, colgadas de un palo, van siendo tejidas en un complicado correr circular de las bailarinas, hasta formar un ceñido anudamiento. Danza de representación de ideas primitivas de la fertilidad.

Los Chinos, tres hermandades que se llaman a sí mismos Chinos; los de Copiapó, Andacollo y de la Isla de Maipo. Las dos primeras hermandades se le respeta como los más celosos cuidadores, servidores de la Virgen. Ellos llaman a la Virgen de China, Chinita linda o Chinita mía.
La voz china proviene del quechua. En el incario eran las vírgenes escogidas que en el Templo del sol, tenían a su cargo, entre otros misterios conservar el fuego sagrado y llevaban el nombre de chinas.

Están los que conllevan un sentido religioso: Los Ángeles: símbolo del bien. Los Diablos o Diabladas, son fiel representación del mal. Máscaras diabólicas, representación de los malos espíritus.

No cabe duda exactamente el origen de estos bailes y de esta tradición folklórico-religiosa, de gran raigambre en España y muy común en los países hispanoamericanos...

viernes, 14 de agosto de 2009

IDENTIDAD CON CHILOÉ

En El ARADO Nº 30 podemos encontrar un artículo que fue enviado desde el Archivo Biblográfico y Documental de Chiloé y que nos acerca a una de las Iglesias más antiguas de Chiloé como es la Iglesia Santa María de Loreto.

La Iglesia

No se fácil para quienes procuramos mantener y revitalizar los valores de nustra cultura patrimonial pasar por la ciudad de Achao, sin extasiarnos ante la sobria pero graciosa elegancia de la Iglesia Santa María de Loreto de Achao, sin duda la más antigua de las iglesias chilotas, cuyos registros de construcción se remontan a 1730, siendo además la única edificada bajo la mano de los sacerdotes jesuitas. Su humildad exterior contrasta con una exquisita riqueza interior que además de sus ornamentos litúrgicos la exhibe en su bóveda, púlpito, altares y columnas, donde los primosos tallados de sus maderas dan mudo testimonio de las habilidosas manos de los aresanos que ella trabajaron.

Tiene categoría de Monumento Nacional, otorgado el 6 de julio de 1951, según Decréto Supremo Nº 5051 y en su construcción se utilizó la madera lugareña, como el ciprés, el alerce y el mañio, con la particularidad que en su ensamblaje no lleva clavos, sino vigorosos tarugos de luma. Pasado el terremoto de 1960 que asoló el sur de Chile fue sometida a restauración, que se repitieron en 1998.
Al Levantar el piso de altar mayor, se hallaron sepulturas de los primeros sacerdotes jesuitas, cuyos restos de mortajas son cuidadosamente exibidos en una vitrina.
Sus basamentos exteriores de enormes piedras se notan firmes, pero las tejuelas de alerce evidencian envejecimiento provocado por la lluvia, el sol y la ventisca que implacablemente ponen a diario a prueba su resistencia y claman por la ayuda económica que la evite tener la misma suerte de la Iglesia de Chonchi, cuya torre no pudo soportar el fiero embate del viento, el tiempo y el olvido de quienes tienen la tarea de mantener la vigencia de nuestro patrimonio cultural.
Entre las festividades religiosas más importantes que se asientan en la Iglesia de Achao está la Peregrinación Matao-Achao, el 1 de enero. Nuestra Señora del Carmen, el 16 de julio y Nuestra Señora de Gracia, el 8 de diciembre.
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Destacable es también las Jornadas Patrimoniales que en el verano de cada año organiza la Parroquia Santa María de Loreo de Achao donde por cierto Anfolchi se ha hecho presente en varias oportunidades en donde hemos podido compartir con los habitantes de Achao, de conciertos de música docta y del patrimonio oral, también de pasacalles, curantos, muestras gastronómicas y artísticas, y en donde hemos sido recibidos por el párraco de la comunidad, el Padre Renato Torres, Armando Barría y Candelaria Torres y de los cuales Anfolchi guarda maravillosos e imborrables recuerdos.

martes, 11 de agosto de 2009

¡ VAMOS ARANDO EL TIEMPO!


En la Revista El Arado Nº 18 Ramón Andreu escribía un reportaje haciendo un recorrido por la historia de nuestra organización con motivo de cumplirse 10 años de trabajo de en ese entonces AMFOLCHI (Asociación Metropolitana del Folklore de Chile), y que da cuenta del difícil camino emprendido por nuestra Revista "El Arado".

En junio de 1980 nace AMFOLCHI como la Asociación Metropolitana de COFOLCHI (Confederación del Folklore de Chile). Su directiva se constituye con Lucy Casanova, Silvia Muñoz, presidente y secretaria respectivamente además de Osvaldo Jaque, Hernán Aguillón y Osvaldo Cádiz, tesorero y directores respectivamente, quienes fueron elegidos democráticamente, cosa muy importante y fundamental pero escasa para la época.
Me incorporo a colaborar activamente en el área de Comunicaciones.
A la fecha yo era asesor de la Directiva Nacional de COFOLCHI y dirigía su Boletín informativo. En dicho año ya habiamos publicado 3 números y cuando ya teniamos preparado el cuarto correspondiente a diciembre, que destacaba en su portada un ¡ FELIZ 1981!, nos llega un inesperado regalo navideño: nuestro modesto Boletín de 9 páginas amarillentas no tenía, según el Ministerio de Defensa, permiso para circular. Con esto pretendían interrumpir nuestro proyecto que bajo el lema "La Comunicación, Tarea de Hoy", había tenido respuesta de tantos rincones de Chile. Se solicitan los respectiovos permisos...hasta el día de hoy sin respuesta.
Mientras tanto la Asociación Metropolitana iba creciendo en capacidad de convocatoria, organizativa y tracendencia en el medio.
En Agosto de 1980, a partir de un "Homenaje a los artístas del Folklore Chileno", al celebrarse en el teatro Don Bosco el Día Internacional del Folklore...realizaba la primera Misa Anual de los folkloristas celebrada, en sus inicios , por el Cardenal Raúl Silva Henriquez...realiza Jornadas de estudio, todos dentro de las celebraciones organizadas para declarar: Agosto, Mes del Folklore. En el medio ya se le conocía como AMFOLCHI, una organización con objetivos y estilo propio.
Fruto de la Segunda Jornada (Mayo 1981) surge la idea de efectuar el Primer Congreso Metropolitano de Folklore (Mayo 1982) y la Directiva, conciente de que un órgano de comunicación era un elemento importante en el desarrollo de la organización, resuelve crear el Boletín Informativo de AMFOLCHI, que nace el 14 de mayo 1982, como un saludo a dicho congreso.
El primer número, de 4 páginas, enarbolaba el lema "La Comunicación, Fortalece la Unidad" y estrenaba orgullosamente el logotipo de AMFOLCHI, diseñado por Antonio Morales, quien además, oficiaba de diagramador del boletín. Con la frase de "organo oficial y de circulación interna" le haciamos un "guiño" a la posible prohibición de circular que pendía sobre todos los que nos atreviamos...y AMFOLCHI se atrevió.
El segundo número crecia a 8 páginas y se incorporaban al comite de redacción: Alejandro Hermosilla y Daniel Aguilera, apareciendo éste en agosto de 1983 con motivo del Día Internacional del Folklore. Esta directiva había sido reelecta por un segundo periodo y presentaba el Cuarto Encuentro Metropolitano en el Teatro Cariola... En Lourdes la misa anual además de mesas redondas tertulia y la edición de una serie de micro-programas titulados "Sabiduría Popular" que obsequiaba a las radios para su difusión.
En 1984, asume Alejandro Hermosilla y Jorge Rozas como presidente y secreatario, respectivamente, y en comunicaciones Rodolfo Mejías incorporándose al Comité de Redacción, quien posteriormente asume la dirección del boletín constituyéndose en el pilar fundamental de esta noble e importante tarea de comunicarnos.
Otra gran adquisición a partir del tercer número fue la incorporación de Guillermo Ríos, hombre ducho en estas lides, quien va dándole imagen de revista a este comunicador que ya crecía a veinte páginas con algunas ilustraciones y hasta con auspiciadores que colaboraban al financiamiento.
...Y así iba creciendo el boletín, con el correr del tiempo y aporte desinteresado de numerosas voluntades y gran acogida en el medio. Se va transformando en lo que hoy es "EL ARADO" que se ha ganado el justo reconocimiento al esfuerzo, haciendose realidad lo que editorializabamos en el primer número: "Presentamos nuestro primer Boletín informativo, que si bien es cierto adquiere carácter de presencia sencilla, creemos que a través del tiempo se irá enriqueciendo con el aporte y la sabiduría de todos sus afiliados".
Y hoy con sus 17 número a cuesta es bandera que se alza hacia un mañana mejor. A todos quienes hayan hecho posible este anhelo el reconocimiento de quien solo cumplió con su puesto en el desafío.
A los ausentes y los presentes mi reconocimiento.
"El Arado Fortalece la Unidad"....

Y es así como la Revista El Arado ha continuado su largo caminar hasta hoy que en el año 2009 va en su Edición Nº 39 con un ejemplar de 40 páginas con una portada a todo color y sigue registrando tanto en imagenes como en contenido las actividades de la hoy ANFOLCHI (Asociación Nacional del Folklore de Chile ) como así también rescatando y difundiendo el trabajo de cultores, investigadores y trabajadores de la cultura popular chilena y cuyo contenido se nutre con el aporte de Corresponsales a lo largo de todo el país y en el exterior.

viernes, 7 de agosto de 2009

Del Divisadero, Patagonia, Chile.


Nuestro muy amigo de Anfolchi y también de nuestra Revista El Arado, Don Ricardo E. Ortiz Barría, nos dedica un artículo por el lanzamiento de nuestra revista este pasado 26 de julio en el Teatro Facetas.
Desde nuestras páginas agradecemos a Ricardo, estos artículos que hacen llegar nuestra voz a esas tierra lejanas de la Patagonia, Aysén.

Los dejo con Ricardo y su artículo...

“EL ARADO” Y SU APORTE A NUESTRA CULTURA TRADICIONAL
Viernes 10 de Julio del 2009
Por Ricardo E. Ortiz Barría “Se autoriza la reproducción parcial citando la fuente, Ley 17.336 de Propiedad Intelectual”

Hace algunos días el pasado sábado 26 de junio, fue presentada en Santiago, en la sala “Facetas” de Avenida Vicuña Mackenna 602, lugar que en épocas pretéritas, ocupara el antiguo cine y también teatro de revistas “Regina”.la edición Nº 39 de la revista “El Arado”, órgano oficial de difusión de la Asociación Nacional del Folklore ANFOLCHI.
Conocedores desde sus inicios, de los grandes esfuerzos que año a año está entidad que agrupa a conjuntos de proyección folklórica, solistas y a estudiosos y divulgadores de nuestra cultura tradicional, hemos creído hoy necesario, el compartir con todos Uds. un poco de su historia y de la diversidad de sus contenidos.

La Asociación Nacional del Folklore de Chile ANFOLCHI, nace oficialmente en el mes de junio de 1980, como la Asociación Metropolitana del Folklore de Chile AMFOLCHI. En 1982 en el marco de lo que fuera en 1982, el Primer Congreso Metropolitano de Folklore, el día 14 de mayo, aparece bajo el lema “La comunicación, fortalece la unidad” y como un boletín institucional el Nº 1 de la revista “El Arado”. La participación desde los inicios de la entidad, de destacados folkloristas e investigadores de la talla de las maestras Margot Loyola, Gabriela Pizarro, Osvaldo Jaque, Ramón Andreu, Guillermo Ríos, Sergio Sauvalle hijo y Alejandro Hermosilla entre muchos otros, le otorgó a la publicación desde sus inicios, en una apoca especialmente difícil y dura para los artistas populares(es decir del pueblo, no de una elite) de Chile, un sello distintivo, el mismo que pese a las múltiples dificultades que la ANFOLCHI ha debido enfrentar a lo largo d sus casi 30 años de existencia, han permitido el posicionamiento y la permanencia en el tiempo de su revista institucional.

Como una muestra de lo que ha sido el prominente trabajo de divulgación de “El Arado”, podemos mencionar distintos artículos y monografías de interés para profesores músicos y folkloristas, como las publicaciones en varias entregas de: Don Diego Muñoz y “La poesía `popular chilena”, “Apuntes breves sobre la sajuriana”, “Algo sobre la poesía de la sajuriana” escritas por el folklorista e investigador Osvaldo Jaque Figueroa y “La Jota introducción a su estudio ” del mismo autor. Fusitas religiosas y carnavales de Socoroma, Andacollo y otras. Sergio Sauvalle Echevarria, destacado concertista en guitarra e hijo del autor de “El Corralero” y ex Presidente de la entidad, escribió hacia 1990 una serie de interesantes artículos referidos al estudio de la guitarra y sus técnicas de toquìo, afinaciones etc. de importancia para solistas y conjuntos de proyección. Diversas entrevistas a sus asociados, capacitación, realidad cultural latinoamericana etc. son algunos de los muchos temas tratados a lo largo de la historia de la publicación en comento.

Por tratarse de una revista institucional y no de distribución masiva, es decir no se vende en kioskos ni librerías, estimamos pertinente, el narrar brevemente hoy, el cómo la descubrimos. Corría el año 1985 y en Santiago en medio de los escasos tiempos que mediaban entre nuestra jornada laboral diaria y la vida familiar, nuestra hija Lya Margarita no contaba aun con un año de vida, uno de nuestro lugares favoritos, para encontrar el repertorio, en aquella época aun mayoritariamente clandestino de la nueva canción chilena, lo constituía la Estación Central, cuyas amplias dependencias, ya habían pasado a ser mayoritariamente ocupadas, por decenas de locales de comercio minorista, entre los cuales uno de los mayor interés para nosotros, era el denominado “Artesanía Centeno” en cuyo local en medio de joyas y naturalmente artesanías y, solo para los “conocidos”, estaba a disposición todo un catalogo musical, el cual reunía colecciones completísimas de Víctor Jara, Patricio Manns, Rolando Alarcón, Angel e Isabel Parra, “Quilapayùn”, “Inti Illimani” y muchos otros, junto a lo màs selectos exponentes de la nueva canción latinoamericana, desde Amparo, Ochoa, Rubén Palomares y Los Folkloristas de México, Ali Primera de Venezuela, Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti de Uruguay, Don Atahualpa Yupanqui, Horacio Guaranì y Mercedes Sosa desde Argentina, la nueva Trova cubana etc. Ahí, una tarde entre preguntas acerca de “lo nuevo” que había llegado, descubrimos de pronto sobre un anaquel, los números 4, 5, y 6 de “AMFOLCHI Boletín informativo”.

Han transcurrido ya 24 años de ello y aun continuamos siguiendo fielmente, la fructífera huella cultural de “El Arado”.
En su número 39 de reciente presentación, la ANFOLCHI presidida en la actualidad por el destacado folklorista e investigador Carlos Martínez Miranda, el director de la publicación el folklorista, diseñador gráfico, difusor radial y docente universitario Guillermo Ríos Ch., nos han brindado generosamente por primera vez, la oportunidad de publicar , junto a trabajos de la maestra Margot Loyola y Nano Acevedo entre otros, de un artículo titulado “Cantos y danzas de la Patagonia”, a través del cual, damos a conocer antecedentes preliminares para el estudio tanto de las danzas como del canto patagón

Aspiramos a que en un futuro cercano nuestra región cuente como debe ser, con un activo corresponsal, el cual de cuenta periódicamente de la actividad artístico cultural vinculada al tema. Al respecto y como muestra de nuestra cercanía con “El Arado” debemos decir que hace varios años Aisèn tuvo fugazmente un corresponsal(citado al menos en los créditos), el profesor Rodrigo Valenzuela Merino, por lo que insistimos en que ojala en el corto plazo, Aisèn y sus artistas estén representados como sobradamente merecen.

Hasta aquí el artículo, y nuevamente damos las gracias por tan buenos conceptos de nuestros articulistas.

Fotografías de números de nuestra Revista El Arado.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Cueca.


El autor de este artículo es miembro de Anfolchi y corresponsal en Puerto Montt.

Artículo publicado en Revista El Arado Nº 33 de Agosto de 2003.

LA CUECA.
VARIEDAD DE SENTIMIENTOS.

Los sentimientos que el chileno expresa a través de la Cueca son muy variados: éstos pueden ser de alegría, de pena, de amor, lúdicos, de convivencia, de amor filial, de competencia, de concurso y ahora se ve mucho una Cueca de exhibición difundida por los ballets.

Y por ser una danza de "Expresión de sentimientos" es que no podemos calificarla ni limitarla a una definición de "Danza de Conquista Amorosa" como suelen darle.

Una pareja de niños expresará sus sentimientos lúdicos jugando a bailar Cueca, y no hay espectáculo mas hermoso y auténtico cuando los niños bailan Cueca, pero, sin tener de por medio las "Precisas" instrucciones de algún adulto que pretende manejarlos.

Una hija con su papá darán vida a una Cueca de insospechados matices paternales. Una Alcaldesa con su Secretario o con el Presidente de la Junta de Vecinos expresarán radiantes su satisfacción por la meta cumplida, inaugurando una Sede Social con unos buenos pies de Cueca.

Para bailar nuestra Danza Nacional, los invito a dejar de lado la acrobacia, las poses falsas, vestuarios inadecuados y a veces tergiversados, olvidémonos de las plantillas artificiales y preocupémonos de bailar nuestra Cueca Personal e Intima, cumpliendo sólo con las reglas básicas y naturales de la danza.

LA CUECA.
En la provincia de Llanquihue.

Sabido es que, cuando se habla de Cueca Típica Regional, se refiere más que nada a la
identificación de la comunidad que la baila y no a la Cueca en si, ya que ésta como danza es común y funcional en todo el territorio nacional.

En la provincia de Llanquihue, iniciándose el siglo XXI. la Cueca tiene plena vigencia y el pueblo le da características propias en cada sector.

En su COREOGRAFÍA, no siempre la vuelta inicial y/o los cambios de lado terminan con contragiro, siendo la vuelta en "U" o de espalda con espalda, la más común para ambos casos.

Los PASOS son absolutamente libres y no se ciñen a ningún momento especial dentro de la coreografía, así, puede iniciarse con zapateado como también bailarse completamente con paso valseado.
Prácticamente no se usa el paso deslizado lateral, excepto la dama que en contadas ocasiones lo realiza.

El PAÑUELO no se usa exageradamente para hacer figuras ni se utiliza otro elemento en su reemplazo.

El VESTIDO se toma por cualquiera de los lados o por ambos, pero no se levanta ni se bate exageradamente. En los sectores rurales, solo algunas mujeres jóvenes asisten a fiestas con pantalones y muy escasamente con zapatillas deportivas.

Su forma POÉTICA, aparte de la común de copla o cuarteta, seguidilla y pareado, es característica en esta zona la forma de dos seguidillas y un pareado, dando origen a un cambio de lado más que en la forma común.

En cuanto a su forma MUSICAL, sea que tenga estructura poética común o de seguidillas, su ritmo, entonación y cadencia son de inconfundible carácter local, alcanzando, en algunos casos, a los 68 compases musicales por la repetición de todos los versos de ambas seguidillas.

La INTENCIONALIDAD de la Cueca, no se limita sólo al tema del amor como suele definirse, ya que la bailan niños, jóvenes y adultos en distintas ocasiones.

Su ACOMPAÑAMIENTO musical se limita a una guitarra y un acordeón o a sólo un acordeón o a una guitarra, donde tiene vital importancia el aporte del resto de la concurrencia con sus palmas, vivas y percusiones.

En la provincia de Llanquihue están vigentes varias AFINACIONES por TRANSPORTE en la guitarra, como muchas son también las formas de rasgueo para la Cueca,

Las características de la Cueca folklórica aquí descritas, han sido observadas por el autor entre 1960 y 2001 en fiestas espontáneas tanto familiares (casamientos, bautizos, santos, cumpleaños), o comunitarias ( en casa del Supremo después de una fiesta de Cabildo, como parte de una ceremonia de Bota de Lancha, en torneos de fútbol al borde de la cancha, después de una procesión religiosa) en las localidades de: Loncotoro, Llanquihue, Fresia, Colegual, Río Sur, Las Marcas, Río Chico Alto, Puerto Varas, Alerce, Lenca, Metri, Paraguay Chico, Cañitas, Río Frío, Trapén, Chinquihue, Isla Maulen, sectores poblacionales de Puerto Montt, Isla Tenglo, Río Puelo, Los Muermos, Cochamó, Isla Huar, Maullín, Isla Queullín, Lleguimán, Calbuco, Hualaihué, Las
Quemas.

En atención a la plena libertad con que el cultor de esta provincia baila la Cueca, el autor ha tomado la modalidad (desde 1980) de enseñar de la misma forma, sin plantilla coreográfica ni terminología que limite pasos o desplazamientos a momentos específicos de la danza, por tal razón , no incluye trazados ni dibujos en su trabajo, ni baila delante de los alumnos durante el
período de aprendizaje.

VITO OJEDA M.
PUERTO MONTT.

En las fotografías: 1) Vito Ojeda con Jamy Benavides de Anfolchi. 2) Niños bailando cueca.

Apareció la Revista El Arado, Publicación Oficial de Anfolchi.

La Publicación Oficial y de Circulación interna de la Asociación Nacional de Folklore de Chile, Anfolchi... ¡¡ Ya está a la venta !!.

Donde la adquirimos: en el local de Discomanía, la disquería del Folklore, ubicada en 21 de Mayo nº 583 Local 894. Fonos: 639 8091 y 09-402 0345.

También estuvo a la venta en el evento del Domingo 26 de Julio en el Teatro Facetas, con la presentación del Conjunto de Proyección Folclórica Quinchamalí, donde muchos asistentes disfrutaron del espectáculo y compraron nuestra revista.

Algunos artículos de la Revista "El Arado".

* Recuerdos de tres Maestros.

* De copetes y otros tragos.

* ¿ Qué pasa con los grupos folklóricos en el 2009 ?

* Escribe Nano Acevedo.

* Cantos y Danzas de la Patagonia.

Y muchos artículos de interés, más las noticias de nuestras actividades.

Para motivar...

Escribe la maestra Margot Loyola Palacios.

Aniceto Palza,
Iquique. 1967
"A Ud. ando buscando " digo a Don Aniceto Palza, a quien encuentro regando su jardín en la puerta de su casa, en la población O' Higgins de Iquique. Su mirada penetrante mira fijamente a mis ojos y su mano estrecha la mía. Y empezamos a conversar. Mientras le escucho, no puedo dejar de sentirme atraída por sus manos, de ademanes enérgicos, que me invitan a pasar a su casa. Don Aniceto fue el >>
(del artículo "Recuerdos de tres Maestros").

Escribe Ricardo E. Ortiz Barría.

¿EXISTEN Y CUÁLES SON los cantos y danzas de la Patagonía, como puedo conseguirlos?, esa y muchas otras preguntas, son las que con frecuencia, especialmente a través de libros de visitas en los sitios web de diversos periódicos y radioemisoras de las regiones de Aysén y Magallanes, formulan padres, profesores y directores de conjuntos de proyección folklórica interesados en el tema.

Intentando aclarar en parte al menos estas incógnitas, representaremos brevemente el panorama musical y dancístico de la XI región de Aysén, por provenir inequívocamente de esta, el mayor caudal de expresiones distintivas, asociadas al mapa folklórico musical de Chile.
Si bien los inicios de la colonización y el poblamiento de...
(del artículo "Cantos y Danzas de la Patagonia").

Cuestionario de Anfolchi.

A muchos quizás les habrá extrañado nuestra portada y su titular principal.
¿De dónde surge la idea que qué algo está pasando con los tradicionales grupos folklóricos en Chile?

Conversando en diferentes situaciones por ahí, nos dimos cuenta que existe una gran inquietud acerca de este y otros temas en relación a los grupos de proyección.
¿Qué hacen?, ¿cómo nacen?, ¿cumplen realmente alguna función en esta sociedad globalizada del año 2009?, ¿para qué sirven?, ¿quién los financia?, ¿cómo sobreviven?

Estas y muchas preguntas más, constantemente nos planteamos en nuestra organización, que mayoritariamente realiza sus actividades con el apoyo de innumerables grupos de proyección.

Planteada la problemática, la interrogante era la estrategia a seguir. Y antes de decidir hacer un seminario o un sesudo ensayo al respecto, decidimos salir a la calle y entrevistar a varios grupos sobre la base de una batería de 14 preguntas tipo que abarcaran la totalidad -o la mayoría- de estas inquietudes. Todo el equipo de la revista además de la Directiva anfolchina trabajó en este proyecto,
(del artículo "¿ Qué pasa con los Grupos Folklóricos en el 2009 ?).

Hasta aquí esta pequeña reseña de la Revista El Arado en su Nº 39, que todo amigo del folclore debe comprar para su información y estudio, como para financiar esta gran labor que cumple Anfolchi con la cultura popular y nuestro folclore.

En las fotografías: 1) Portada de la Revista El Arado. 2) Don Aniceto Palza con la maestra Margot Loyola. 3) Arriero y sus caballlos. 4) Conjunto de